La Nociva Política de Identidad
Como un ciudadano común y corriente, sin afiliarme a ninguna ideología, partido político y demás grupos de identidad política, llevo ya 7 años de estar compartiendo mi perspectiva personal e individual acerca de muchos temas que nos afectan a todos los guatemaltecos. En esos 7 años he cuestionado a medio mundo, a Álvaro Arzú, el tema de si hubo o no genocidio (personalmente sin tener vela en el entierro, creo que sí hubo), a todos y cada uno de los candidatos políticos de las últimas cuatro elecciones, al discurso de populismo de Gloria Álvarez, a los pseudo intelectuales chapines, a las feministas de tercera ola, a Libertópolis, a Mendez Ruiz, etc. absolutamente nadie ha estado para mi libre de cuestionamiento, aún yo mismo.
Durante estos años de compartir en línea he notado muchas cosas antes de que cualquiera les ponga la debida atención, cuando llegó Sinibaldi al famoso Martes Twittero y mientras todo mundo tratándolo como estrella de rock se tomaba foto con el candidato a la alcaldía que ofrecía seguridad, yo lo cuestioné, le pregunté cómo ofrecía algo que NO era de su jurisdicción, porque me informé, sabía de qué pata cojeaba y vean ahora, prófugo.
Cuando me opuse a muchas personas de derecha cuestionándolas, grupos de izquierda me invitaban a participar de foros porque “queremos gente joven que opine”, y ahí cuestioné a Otto Pérez Molina en la UFM acerca de muchísimas cosas que NO me hacían sentido, ahora está preso y no hay modo que se le condene de algo.
Con más de un año de anticipación y muy al pese de la derecha recalcitrante guatemalteca, critiqué el discurso de Gloria Álvarez haciendo hincapié en que el problema NO es el populismo sino el patrocinio del populista, finalmente la CICIG habló del patrocinio de los partidos políticos en referencia a Baldizón y finalmente el discurso de Gloria Álvarez se quedó sin argumentos.
Cuando vi secuestrado el movimiento de #RenunciaYa lo expresé en línea y fui linchado digitalmente, poco más de un año después una persona que inició el movimiento me confirmó el secuestro del movimiento por grupos de una pseudo izquierda “rosa” patrocinadas por ONGs internacionales tal como había dicho… advertí que de nada servía una ingrata renuncia si no había nadie honorable que remplazara esas renuncias, y que sorpresita nos esperó. También advertí que si se votaba por otro candidato que no fuera Sandra Torres, tendríamos una inestabilidad política terrible, vean sólo cómo estamos ahora.
Y no es que me las lleve de Nostradamus, por favor, si soy extremadamente despistado, sólo leo, me informo, sé atar cabos, sé ver intereses, he aprendido a punta de golpe, literalmente, no nací ayer como el resto de millennials que con la falta de experiencia que sólo se gana viviendo lo suficiente en este mundo, tienen ese criterio emotivo con falta de un análisis frío de acción y consecuencia.
Criticar NO es campaña negra
El que yo use mi cerebro, ese mismo que solito aprendió a programar, sólito aprendió a hacer vídeos, solito aprendió inglés y solito se gana la plata, no es pecado ni delito que use mis facultades para analizar los datos a los que tenemos acceso y encontrar muchísimas inconsistencias para exponerlas en línea NO me hace un criminal, no me hace un racista, no me hace pertenecer a ningún net center… como quieren dar a entender todos los que censuran a quien no esté de acuerdo con ellos, patética estrategia.
Si uno cuestiona el discurso de “igualdad” del feminismo de tercera ola al exponer que sólo se enfocan en la circuncisión femenina más no en la masculina hacen que uno sea automáticamente etiquetado de “cerdo machista”, ¿Y el diálogo?
Si uno expone que en la nota de El Periódico que utilizó la palabra “maricón” es más relevante y prioritario analizar el tráfico de influencias que enfocarnos en el lenguaje políticamente correcto, uno es “un tarado” como me llamó Lucía Escobar aka @Liberalucha.
Si uno cuestiona a los de derecha con su cantaleta de “populismo” o afirma que los delitos de lesa humanidad cometidos encajan perfectamente con la descripción de genocidio adherida las leyes guatemaltecas previo al conflicto armado, uno es inmediatamente tachado de ser un comunista, un socialista, un revolucionario de escritorio y un resentido social.
Si uno denuncia que la CICIG (en época de precampaña) sólo se enfocó en LIDER y Baldizón más no en el resto de candidatos mostrando así un sesgo terrible, uno automáticamente es señalado de pertenecer al net center de pelolindo.
Si uno denuncia que la CICIG no es congruente por haber exonerado a Luis Mendizábal por ser “un ciudadano ejemplar con un record de excelencia” en el caso del asesinato de Rodrigo Rosenberg Marzano y años después lo acusa de ser cabecilla de La Línea, uno es un tonto que no entiende que la CICIG cambia sus políticas según quién lidere esa entidad, argumento que me suena absurdamente estúpido.
Si uno denuncia que el actuar de la CICIG, del Ministerio Público y de algunos líderes de los derechos humanos es nefasto al primero convocar ruedas de prensa para acusar a quien sea de cualquier delito sin respetar el derecho de presunción de inocencia, haciendo un linchamiento mediático previo a cualquier proceso, enfocándose sólo en cifras monetarias y NO en delitos cometidos, buscando siempre despertar enfurecer a las masas apelando a un criterio visceral y no enfocándose a un marco de ley para así obligar a los jueces a tener un sesgo terrible y no seguir el debido proceso por temor a ser tildados de vendidos o corruptos por la población… entonces uno es tachado de defender a los corruptos.
Si uno entiende cómo funciona la constitución, cómo funcionan (o deberían de funcionar) los tres poderes del estado y por qué es primordial que existan reglas claras entre todos que no beneficien a ningún grupo en especial y por ello NO apoya el “derecho indígena” o el “derecho ancestral”, entonces uno es un asqueroso racista de m…
¿Entonces?
Por la vida de todas las señoritas cortesanas, no me jodan, no todo el que NO está de acuerdo con ustedes pertenece al bando opuesto, NO todo aquel que difiere de sus puntos lo hace por llevarles la contraria, despierten, salgan de su burbuja.
Me han llamado homofóbico aún teniendo un hermano homosexual a quien quiero muchísimo, me han llamado racista aún cuando en mi propia casa he hospedado a personas de color, me han llamado clasista aún cuando he pasado un año nuevo en el fondo de La Limonada y otro año nuevo en Cancún con puro “oligarca”, me han llamado intolerante cuando he escuchado y compartido conversaciones de sobre mesa con feministas de tercera ola que me exigen reconocer mi privilegio, con personas altamente religiosas que me aseguran que me iré al infierno, con marxistas y estalinistas que me tachan de burgues y con gente de derecha que me acusa de socialista, es más, he compartido con Gloria Álvarez en persona un par de veces, si eso no es tolerancia no sé qué otra mejor definición pueda existir, y a todos los he escuchado y les he compartido mis puntos con respeto… pero los dioses del olimpo se apiaden de nuestra alma si criticamos la narrativa oficial porque ahora hasta amenazan de meterlo a uno preso por “campaña negra”, insisto, no me jodan.
Divide y vencerás
Sírvanse disculparme, pero estoy asqueado de la política de identidad, sencillamente NO SIRVE, sólo nos polariza, nos divide, acaba con la poca cohesión social, aquí en Guatemala todo mundo vive diciendo que somos una mierda, pero los dioses del olimpo se apiaden de que Trump diga que somos cualquier cosa porque ahí andan chillando en las redes sociales y diciendo #GuateEsCalidá. ¿Han visto las estadísticas? ¿Han visto qué listados encabeza Guatemala? ¿Cómo podemos esperar que se nos abran las puertas del mundo si no limpiamos primero nuestra casa?
Toda esa pseudo lucha contra la corrupción de la CICIG es absolutamente inútil si sólo se enfoca en líderes de oposición de unos cuantos y no en lo que supuestamente tenían que hacer, desmantelar estructuras paralelas. Hace falta ser imbécil para no ver a los impunes de siempre rondar como si nada y tomándose fotos con los paladines de la justicia, las mismas estructuras paralelas que debían acabar… ¿Y quiénes son los que NO dicen nada de los Y LAS impunes de siempre? Los mismos que ahora quieren a como de lugar zampar reformas a la constitución que no hace falta hacer. ¿Suena sensato? ¿Lógico? ¿Prudente?
Aquí en Guatemala antes de ser mujer, antes de ser de la comunidad LGBT, antes de ser indígena, antes de ser de izquierda o de derecha, se es guatemalteco, una sola nación, un solo set de reglas claras para entendernos entre todos.
Un juego peligroso
Y si tanta es la gana de jugar el juego de la política de identidad, tomen en cuenta que hay un creciente descontento a nivel global por parte de la clase media, del trabajador, del proletariado, del único que sí paga impuestos porque los de abajo son “informales”, los de arriba entre lobby o fundaciones que esquivan su parte y la mayoría de la izquierda está compuesta por gente que no sabe sustentarse por sí sola, el proletariado, el que sí vota, el que sí participa, el que no anda llenando encuestas de ningún tipo pero sí asiste a las urnas, el que está harto de todas esas idioteces que hacen con sus propuestas de reformas, el mismo grupo que dio un si al #Brexit, el no a las condiciones de paz en Colombia y que puso a Trump en la Casa Blanca, esos que están hartos de la clase política, de ser culpados de todos los problemas, hartos de ser tildados de violadores, hartos de ser culpados de privilegios que sólo existen en las fantasías feministas, ese proletariado que mantiene la infraestructura funcionando, el internet, la banca en línea, las calles, los edificios, el agua, la basura, el transporte, el agro, los puertos y aeropuertos, en fin, las manos que construyen naciones, el gigante dormido, la mayoría silente, sigan jugando a la política de identidad, sigan puyando para despertar al gigante dormido, los reto.
Si realmente quieren ayudar a Guatemala, empecemos por dejar divisiones ideológicas, raciales, de género y demás por un lado y centrémonos en encontrar soluciones prácticas, a que existan leyes iguales para todos, aquí no hay un grupo exclusivo de víctimas, aquí el mal de uno nos afecta a todos, empecemos a tener un diálogo, entendamos de una vez por todas que no hay pan suave, que no hay plata fácil, que lo que fácil viene, fácil se va, que vender la patria es cagar donde se come, que no existen soluciones mágicas, que toma tiempo, que ser “vivo” sólo nos trae consecuencias a nosotros mismos. Si del extranjero quieren ayudarnos legítimamente, dejen de dar plata a ONGs y demás que sólo malgastan unos cuantos vividores y que no tienen impacto en la vida de todos los guatemaltecos, inviertan en infraestructura, en hacer fácil que cualquier emprendedor cree su negocio, en educación, en salud… tal vez soy demasiado idealista, a la larga, se vale soñar.
Lo que sí dejo claro es que luego de leer la mayoría de reformas propuestas, de antemano expreso que le doy un rotundo NO a dichas reformas, a la larga, la ley que tenemos actualmente es como el precio del dólar, ni que suba, ni que baje, no arreglen lo que no está descompuesto, no hace falta, mejor den prioridad a que la ley actual se cumpla.
Ya luego de haber expuesto que no le voy a ningún bando, si por alguna tonta razón a alguien se le ocurre acusarme de pertenecer a algún grupo, a algún net center, a alguna ideología o a algún otro eje de poder, o de “hackear” algo o a alguien o cualquier cosa descabellada similar con el fin de descalificarme o desacreditar mis puntos, mínimo, presenten evidencias y aténganse a las consecuencias legales.